Esta interesantísima película documental, escrita y dirigida por David Kyle, supone una aproximacióntécnica al tema del aborto en el contexto norteamericano, aunque con proyección internacional. Con técnica queremos decir que se trata de una lectura con vocación de objetividad desde las perspectivas biológica, jurídica, económica y médica. La doctora Alveda King -sobrina de Luther King- hace de cicerone en esta película, por la que desfilan biólogos, juristas, teólogos..., así como mujeres que han abortado o ex-directivos de empresas abortistas. El resultado es un mosaico impactante de la realidad del aborto; no de lo que se dice o piensa sobre él, sino de su realidad concreta y cotidiana. La gran virtud de este caleidoscopio es que en ningún momento cae en el sensacionalismo o la demagogia. Tampoco encontraremos imágenes sanguinolentas de fetos. Sin embargo, el Ministerio de Cultura la ha calificado como para mayores de 18 años, lo que pretende impedir que la vean las mismas menores a las que la nueva ley permite abortar. El film comienza con datos biológicos sobre el inicio de la vida humana en la fecundación, y nos hace ver, a partir de ese hecho científico, cómo el aborto legalmente sólo responde a la invención de un falso derecho que no se enraíza en la realidad, sino que, en Estados Unidos, surge de la nada por obra y gracia de unos jueces que contradicen a la propia Constitución americana, y extrapolan la Sentencia del caso Roe vs. Wade (1973) para inventarse una doctrina que da la espalda a la realidad.
El documental da un paso más, e informa de que los más afectados por esa legislación fraudulenta son la población afroamericana y latina. Los números son tan elocuentes que es imposible no ver una voluntad racista y eugenésica: el aborto diezma a estas poblaciones. Las clínicas abortistas se levantan en los barrios no blancos de las grandes ciudades, así como en los campus universitarios. Y de ahí el film nos lleva a lo más original y espeluznante de su propuesta: el negocio del aborto. Anticonceptivos deliberadamente defectuosos se ponen en el mercado para generar una ola de embarazos no deseados. El objetivo de las empresas es conseguir X abortos al día, y sus empleados hacen cualquier cosa para alcanzarlo: incluso diagnosticar embarazo donde no lo hay, para cobrar por una falsa intervención. Estos relatos se combinan con testimonios de mujeres que fueron víctimas de Planned Parenthood, y de otras que fueron ejecutivas de esa empresa, y de ambas escuchamos declaraciones estremecedoras.
El documental es muy pedagógico, y va dirigido no tanto a los convencidos como a los indiferentes que, sin mala voluntad, se han tragado el discurso oficial de que el aborto es una decisión soberana de la mujer. Este documental muestra que el discurso feminista oculta la verdadera realidad del gran iceberg: el aborto es un crimen organizado al servicio de grandes empresas que han logrado pervertir a la mismísima ley.
En la edición española, los distribuidores han añadido al final unas declaraciones de Ignacio Arsuaga, Benigno Blanco, Jesús Poveda y Alicia Latorre que a muchos les puede parecer que rompen el tono y la unidad del film. Lo cierto es que le da un tono político que puede predisponer innecesariamente contra la película. Aunque lo que dicen, muy especialmente Benigno Blanco, es coherente con el resto.
Artículo de Juan Orellana
1 comentario:
ES BUENO VOLVER SABER DE VOSOTRAS
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