Juan Meseguer Velasco nos cuenta esto en un artículo publicado en ACEPRENSA
A partir de los años sesenta, la familia se convirtió en un término negativo para designar una institución trasnochada y opresora. En la actualidad, tras la resaca antisistema de 1968, tanto la izquierda como la derecha vuelven a colocar la familia en el hit-parade de los valores. Esto es lo que han conseguido los británicos con la National Family Week, celebrada entre el 25 y el 31 de mayo.
La idea surgió tras la publicación de una encuesta, en la que el 62% de los niños declara que pasa menos de 45 minutos de media al día haciendo cosas con su familia (no llega a las 5 horas semanales, incluidos los fines de semana). La encuesta, realizada a 3.000 padres y niños, muestra también que el 28% de los niños y el 55% de los padres quieren pasar más tiempo con su familia.
A la vista de estos datos, una empresa de marketing y publicidad, Henley Media Group, pensó que sería bueno organizar un evento donde las familias pudieran pasar más tiempo juntas. Para eso ha promovido más de 4.000 actividades por todo el país: gymkhanas, competiciones deportivas, picnics, excursiones, etc. Todas estas actividades se encuentran recogidas en su página web.
La iniciativa ha tenido una acogida multitudinaria y entusiasta por parte de la sociedad británica. A ella se han sumado miles de familias, empresas, colegios, asociaciones juveniles, comunidades religiosas, famosos y políticos de las más variadas tendencias (entre otros, el primer ministro británico, Gordon Brown; el líder de la oposición, David Cameron; y el de los liberales, Nick Clegg, nada sospechoso de conservadurismo).
Concursos con gancho
Uno de los concursos que se ha celebrado durante la pasada semana ha sido The Big Family Idea, una iniciativa destinada a premiar una idea que ayude a mejorar la vida familiar. Para participar no hace falta ser un experto en políticas públicas; basta con tener una idea brillante, escribirla y mandarla a los organizadores a través de la web antes del 1 de agosto. La Big Lottery Fund ha concedido 150.000 libras para llevar a la práctica la idea ganadora.
El concurso Family of the Year ha despertado mucho interés en la opinión pública. Pese a que los organizadores del encuentro no han declarado en ningún momento qué entienden por “familia”, tanto el ganador como los tres finalistas de este concurso han sido familias formadas por la unión de un padre y una madre con hijos.
Para elegir a la “familia del año” se tuvieron en cuenta dos criterios: de un lado, el tiempo de dedicación a la familia; de otro, la implicación en los problemas del barrio. Los ganadores fueron los Stevens, un matrimonio con tres hijos, de los cuales dos son autistas. Según el jurado, estos padres merecen el aplauso de la sociedad porque han sabido crear unos sólidos lazos familiares, al tiempo que ayudaban a otras familias que también tenían hijos con alguna discapacidad.
Los tres finalistas han destacado por promover valores familiares y comunitarios. Por ejemplo, Mark y Eppie Blackwell tienen siete hijos. Pero eso no les ha impedido crear un colegio, basado en un ideario que ve a los padres como los principales educadores de los hijos, y a los profesores como sus colaboradores.
Peter, el hijo mayor de los Blackwell, está muy agradecido por la educación que ha recibido de sus padres. Ahora dirige una asociación benéfica que trata de ayudar a alumnos pobres a ingresar en la universidad. Además, ha creado una liga de fútbol para los chicos del barrio.
Todavía es pronto para valorar las consecuencias de la National Family Week. Pero un efecto ha conseguido ya: introducir en la opinión pública británica la conciencia de que la familia es un asunto que requiere tiempo y atención. También pone de manifiesto que la defensa de la familia ofrece muchas posibilidades cuando se lleva a cabo con espíritu constructivo.
Uno de los concursos que se ha celebrado durante la pasada semana ha sido The Big Family Idea, una iniciativa destinada a premiar una idea que ayude a mejorar la vida familiar. Para participar no hace falta ser un experto en políticas públicas; basta con tener una idea brillante, escribirla y mandarla a los organizadores a través de la web antes del 1 de agosto. La Big Lottery Fund ha concedido 150.000 libras para llevar a la práctica la idea ganadora.
El concurso Family of the Year ha despertado mucho interés en la opinión pública. Pese a que los organizadores del encuentro no han declarado en ningún momento qué entienden por “familia”, tanto el ganador como los tres finalistas de este concurso han sido familias formadas por la unión de un padre y una madre con hijos.
Para elegir a la “familia del año” se tuvieron en cuenta dos criterios: de un lado, el tiempo de dedicación a la familia; de otro, la implicación en los problemas del barrio. Los ganadores fueron los Stevens, un matrimonio con tres hijos, de los cuales dos son autistas. Según el jurado, estos padres merecen el aplauso de la sociedad porque han sabido crear unos sólidos lazos familiares, al tiempo que ayudaban a otras familias que también tenían hijos con alguna discapacidad.
Los tres finalistas han destacado por promover valores familiares y comunitarios. Por ejemplo, Mark y Eppie Blackwell tienen siete hijos. Pero eso no les ha impedido crear un colegio, basado en un ideario que ve a los padres como los principales educadores de los hijos, y a los profesores como sus colaboradores.
Peter, el hijo mayor de los Blackwell, está muy agradecido por la educación que ha recibido de sus padres. Ahora dirige una asociación benéfica que trata de ayudar a alumnos pobres a ingresar en la universidad. Además, ha creado una liga de fútbol para los chicos del barrio.
Todavía es pronto para valorar las consecuencias de la National Family Week. Pero un efecto ha conseguido ya: introducir en la opinión pública británica la conciencia de que la familia es un asunto que requiere tiempo y atención. También pone de manifiesto que la defensa de la familia ofrece muchas posibilidades cuando se lleva a cabo con espíritu constructivo.
Celebrar la familia
La Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales se ha sumado con entusiasmo a esta iniciativa. De hecho, la idea de fondo que subyace a la National Family Week apareció en una campaña que lanzaron los obispos en 2006, bajo el lema “Celebrating Family”. Su objetivo era enseñar a disfrutar de la familia en tiempos de calma y, a la vez, buscar antídotos para prevenir las crisis (ver Aceprensa, 4-07-2007).
Ahora los obispos han publicado tres folletos para ayudar a todas las familias –y no sólo a las católicas– a sacar todo el jugo posible a la National Family Week. El primero ofrece ideas para pasar el tiempo en familia dentro del hogar (“Family Days In”). El segundo recomienda algunas páginas webs donde aparecen planes para hacer en familia (“Family Days Out”). Y el tercero, más ambicioso, es un programa de acción para llevar la paz a los hogares (“Home is a Holy Place”).
En los tres folletos aparecen unas palabras del obispo John Hine, responsable del área de familia de la Conferencia Episcopal: “Reconocemos la importancia de dedicar tiempo a celebrar las bendiciones de la vida familiar (…) Las familias están en el centro mismo de la vida y del amor, del mismo modo que están muy cerca de Dios. ¡Eso es algo que hay que celebrar!”.
La Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales se ha sumado con entusiasmo a esta iniciativa. De hecho, la idea de fondo que subyace a la National Family Week apareció en una campaña que lanzaron los obispos en 2006, bajo el lema “Celebrating Family”. Su objetivo era enseñar a disfrutar de la familia en tiempos de calma y, a la vez, buscar antídotos para prevenir las crisis (ver Aceprensa, 4-07-2007).
Ahora los obispos han publicado tres folletos para ayudar a todas las familias –y no sólo a las católicas– a sacar todo el jugo posible a la National Family Week. El primero ofrece ideas para pasar el tiempo en familia dentro del hogar (“Family Days In”). El segundo recomienda algunas páginas webs donde aparecen planes para hacer en familia (“Family Days Out”). Y el tercero, más ambicioso, es un programa de acción para llevar la paz a los hogares (“Home is a Holy Place”).
En los tres folletos aparecen unas palabras del obispo John Hine, responsable del área de familia de la Conferencia Episcopal: “Reconocemos la importancia de dedicar tiempo a celebrar las bendiciones de la vida familiar (…) Las familias están en el centro mismo de la vida y del amor, del mismo modo que están muy cerca de Dios. ¡Eso es algo que hay que celebrar!”.
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